La motivación del empresario es siempre la clave de su trabajo y su impulso para hacer crecer su proyecto. Ahora bien, si en tiempos normales el profesional se encuentra con dificultades, es el presente un terreno lleno de baches para el que el empresario debe llevar en su mochila doble ración de motivación. ¿Cómo ayuda “Motivación dinámica” a las empresas a dar pasos hacia el futuro deseado?
En Motivación Dinámica somos especialistas en motivar (incentivar) al empresario trabajando varias líneas para lograr el objetivo personalizado de cada uno de ellos.
En primer lugar, realizamos un análisis situacional y, mediante una consultoría externalizada, asesoramos a la empresa sobre las necesidades de personal en el departamento de RRHH con la finalidad de atraer y captar el mejor talento, ya sea para una Pyme o una gran compañía.
Las personas son el gran valor añadido de las empresas y donde éstas tienen puestas todas sus expectativas; por eso les ayudamos a elegir al candidato acorde a sus necesidades y a formar equipos que crean en sus proyectos y les ayuden a conseguir sus objetivos.
¿Con qué metodología trabajáis?
Nuestro método de trabajo es teórico, práctico y experiencial; no en vano llevamos muchos años desarrollando planes de acción que se adapten a las necesidades del empresario, actuando de punta de lanza para que la compañía adquiera las habilidades necesarias que les ayuden a que su personal aumente su productividad a la vez que la empresa pueda reducir costes.
“Networking en alta mar” es vuestra última propuesta, contadnos ¿qué se va a encontrar el empresario que decida acompañaros?
‘Networking en Alta Mar’ es otra forma de hacer Networking, Se trata de aportar valores, tales como el sentido de pertenencia, la reflexión y qué hacer para gestionar el cambio. Es una oportunidad para mitigar el miedo, gestionar la incertidumbre y una experiencia diferente de reunión entre profesionales donde los asistentes tendrán la oportunidad de conocerse en el ámbito personal además de como empresarios, y nada mejor que hacerlo en un medio donde según sople el viento las necesidades del rumbo cambian.
En este evento, nos van a acompañar distintas empresas del ámbito nacional e internacional con inquietudes ante el cambio, a las que ayudaremos desde el punto de visto de la consultoría, la formación y la resolución de conflictos de personal.
Motivación Dinámica es una consultora que trabaja en el ámbito nacional y está orientada a ayudar a la pymes y grandes empresas, como ya he comentado, una ayuda basada en el incremento de la productividad y la reducción de costes.
Para ello:
Potenciamos y captamos talento
Ayudamos a la resolución de conflictos con el personal
Fomentamos e impulsamos las Habilidades blandas, las conocidas como Soft Skylls.
Gestionamos el cambio en situación de incertidumbre y asesoramos para la toma de decisiones.
Facilitamos herramientas que ayuden al empoderamiento de las personas.
Participamos en la negociación con el personal y mitigamos el dolor e incertidumbre empresarial.
¿Dónde encuentra Montse Pereira su propia motivación como empresaria?
Mi motivación parte de un eje fundamental, el valor más importante: la Confianza.
Confianza en las decisiones que tomo aunque, no siempre sean acertadas; pero entiendo el fracaso como parte del aprendizaje y confío en que, aún cometiendo errores, tengo la capacidad de admitirlos, explorar otras opciones e intentarlo de nuevo, gestionando el cambio, porque para mí, la vida es un cambio contínuo.
El éxito está en ser flexible, adaptarte y levantarte, sin rendirte ante tu objetivo: tu motivo.
¿Qué le dirías a un joven empresario que está a punto de tirar la toalla?
Como Analista conductual, lo primero que haría sería analizar el perfil del profesional, para conocer sus debilidades y fortalezas .
Tras esto, hay que hacer un estudio de su carrera profesional y detectar si es lo que realmente le gusta. Conviene indagar sus motivaciones y qué es lo que le ha llevado a emprender.
Seguidamente, le haría un previo cuestionario de valoración específica como profesional, donde le preguntaría que le ha llevado a crear la empresa, para qué y que significa para él, el fracaso. Después le trasladaría la importancia del aprendizaje continuo para adaptarse a los cambios, y lógicamente, habría que hacer un análisis de rentabilidad de la empresa, lo que nos llevaría a conocer la viabilidad de la misma, así como las opciones que tiene para continuar, y si no las hubiere, ayudarle para abandonar el proyecto y gestionar, a partir de ahí, la toma de decisiones.